Comunicado de prensa del SERPAJ por represión en Bosque Alegre en San Isidro-Adolfo Pérez Esquivel
La Fundación Servicio Paz y Justicia hace conocer las cartas que ha enviado a la Ministra De Seguridad Nilda Garré y a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación por los violentos hechos ocurridos en San Isidro en la zona denominada Bosque Alegre, un espacio natural recuperado en la ribera del rio de amplia concurrencia pública.Buenos Aires 17 de abril de 2012
Tal como se expresa en ambas cartas “El reclamo de la Asamblea Bosque Alegre, como viene siendo desde diciembre del año pasado, tiene dos aristas: por un lado, la defensa del medio ambiente y del Bosque Alegre como un lugar importantísimo, como uno de los últimos humedales de la costa del Río de la Plata; por otro lado, la defensa de los espacios públicos y los derechos de los vecinos a ser informados, consultados y respetados. La Asamblea Bosque Alegre está trabajando en un proyecto abierto a todos los vecinos, para que el lugar sea utilizado como espacio público y disfrutado por todos. El proyecto comprende, entre otras cosas, la enseñanza pública del valor ambiental del Río de la Plata, un acceso fácil y cómodo para discapacitados (a la costa y al bosque), la defensa del corredor costero vinculado al humedal ribereño de alto valor por sus características ambientales…”
La carta a la Ministra Garre busca clarificar el accionar policial ya que: “El hecho notorio es que la represión fue ejecutada por una policía comunal, con apoyo de la Policía Bonaerense que fue asistida por otras departamentales regionales. Queremos solicitarle a su Ministerio si puede informarnos acerca de la normativa vigente para las policías comunitarias, que no son de acceso público en el distrito de San Isidro. Cuales son sus atribuciones, que facultades les han sido asignadas y que normativa rige la colaboración de estas policías distritales con la Policía de la Provincia de Buenos Aires.”
Por otra parte a la secretaria de Derechos Humanos de Nacion se le detalla y solicita :”Resulta altamente llamativo y repudiable que no hubiera en este accionar resolución judicial que autorizara la intervención municipal. Resulta alarmante que las detenciones fueran realizadas por personal sin identificación, perteneciente a la policía comunitaria, y los detenidos llevados a las Comisaría Nº 1 de San Isidro, donde se les adjudicaron causas por atentado y resistencia a la autoridad. El Servicio Paz y Justicia repudia estos hechos represivos y solicita la intervención de su Secretaría para que pueda tomar las medidas conducentes para esclarecer los hechos”
Se adjuntan ambas cartas, y enviamos un anexo con la Cronica de los hechos elaborado por la Asamblea de Bosque alegre.
Les rogamos a todos la mas amplia difusion.
Adolfo Perez Esquivel
Fundación Servicio Paz y Justicia
Anexo: Crónica de la represión. Informe elaborado por la Asamblea Bosque Alegre.
“A las 8 de la mañana del día jueves 12 de abril, nos enteramos que las calles que dan acceso al Bosque Alegre (Roque Sáenz Peña y Del barco centenera) estaban bloqueadas. La policía de tránsito aseguraba que se trataba de una pérdida de gas.
A las 8:30 am lograron llegar al Bosque los dos primeros miembros de la Asamblea Bosque Alegre. Lo hicieron entrando por la calle Martín y Omar, que está bloqueada con una pared de tierra por su lado oeste. Una vez en la zona se encontraron con máquinas que desmontaban y rellenaban el área. No había por el momento efectivos policiales. Los dos jóvenes se adentraron al bosque a preguntar qué era lo que estaba pasando, pues hasta el momento la Municipalidad aseguraba estar en un proceso de diálogo con los vecinos, a través de la Asamblea.
Los dos miembros de la Asamblea fueron retirados del lugar a los empujones y golpes, por hombres vestidos de civil que se negaban a identificarse. A eso de las 9am, siendo 4 los vecinos que estaban en el lugar, uno de los hombres de civil, quien además portaba una picana eléctrica, roció gas pimienta sobre los ojos de uno de los vecinos, quien estuvo imposibilitado de ver durante más una hora y media.
A partir de entonces, comenzaron a llegar más vecinos y vecinas, quienes luego lograron frenar las máquinas topadoras. Fue en ese momento que los civiles se presentaron como empleados municipales.
Ahí se produjo un diálogo directo entre los vecinos y los empleados contratados, quienes al rato entendieron la posición de los vecinos y se retiraron de la zona en conflicto. Antes de que llegaran los medios, la Municipalidad retiró las máquinas. Pero cuando los medios de televisión se retiraron, apareció la policía. Mientras, el subsecretario de Espacios Públicos ofrecía un aparente diálogo que sólo era para las cámaras municipales que filmaban, pues en ningún momento ofreció parar las obras para entablar un diálogo genuino.
Cuando se presentó el jefe del operativo policial, no dio cuenta de ninguna orden de desalojo ni adivirtió sobre ninguna represión. De hecho, negó que los vecinos fueran a ser reprimidos, confirmando que los mismos tenían derecho a ocupar pacíficamente, y sin estructuras, un predio público.
El jefe del operativo afirmó que no se iba a reprimir, pero sin embargo se reprimió. Poco después de que se retiraran las cámaras de televisión, un cordón de policías municipales ingresó al predio en conflicto, encabezados por el jefe de cuidado comunitario, Fabián Rubio. Detrás de los policías ingresaron hombres con bordeadoras industriales. Los que iban al frente no tenían el mismo uniforme que el resto de los empleados. Uno, que llevaba una campera de Boca Juniors, utilizaba la bordeadora para pegar en las piernas de los manifestantes. La policía lo dejaba actuar.
Mientras, el cordón de oficiales empujaba, golpeaba, atropellaba y pisaba a las vecinas y los vecinos que hacían una resistencia no violenta.
Una vez que los vecinos habían retrocedido hasta la parte ya rellenada del terreno, los policías comenzaron a golpear, encabezados por Fabián Rubio, como puede verse claramente en las fotografías. Patearon a los vecinos que cayeron al piso, y se llevaron detenidos a dos de ellos, que se sumaron a uno que había sido detenido intentando llegar al predio, sin que mediara ningún acto de resistencia.
Golpeados y con algunos detenidos, los vecinos decidieron retirarse para no confrontar a la policía. Al hacerlo, pudieron ver en la calle más de 40 patrulleros, a los que se sumaban dos camionetas de la Infantería de Tigre. Los vecinos eran cerca de 50, aislados porque la policía cortaba las calles de acceso.
Por la noche vecinos del bajo de San Isidro realizaron cortes de calles y también fueron reprimidos.
El día jueves no se presentaron otros hechos de violencia, pero sí los hubo los días viernes y sábado.
El estado de sitio en la zona duró 35 horas, y se levantó el viernes 13 a las 16.El viernes fueron detenidos tres vecinos que intentaban llegar caminando a la zona en conflicto. Ninguno se resistió ni actuó de manera violenta. Uno de ellos recibió golpes de puño por exigir que el oficial se identificara. Otros vecinos y vecinas fueron increpados con amenazas e insultos, y se prohibía que se tomen fotografías.
El día sábado, una vecina fue interrumpida por un oficial mientras explicaba, dentro del Centro Municipal de Exposiciones, los hechos de violencia que se venían sucediendo en el barrio. El policía, que tomó por el brazo a la señora y pretendía sacarla del lugar, recibió el repudio generalizado de la gente que allí se encontraba y se vio obligado a retirarse. Se siguió prohibiendo la toma de fotos a diversos grupos de vecinos, y se repitieron algunas amenazas verbales. Los vecinos y vecinas agrupados en la Asamblea Bosque Alegre comenzaron a tomar medidas de seguridad civil, para evitar provocar cualquier tipo de enfrentamiento, pues se teme a la exacerbada violencia de las autoridades municipales.”
Se puede observar la actividad represiva en el siguiente video: http://youtu.be/I3ZTnHf2QMM
Carta a Ministra Garré
Carta a Secretaría de DDHH